domingo, 19 de mayo de 2013

TEXTOS DE CINE I: DAVID WARK GRIFFITH. LA TOLERANCIA DE LA INTOLERANCIA



TEXTOS DE CINE I:  
DAVID WARK GRIFFITH. LA TOLERANCIA DE LA INTOLERANCIA




No hay cineasta en el mundo que no
le deba alguna cosa. Lo mejor del
cine soviético ha salido de Intolerancia.
En lo que a mi se refiere, se lo debo todo.

                                                                     S. M. Eisenstein







Ese oscuro sentimiento de desprecio que puebla el corazón del ser humano es el que, a lo largo de la historia, ha conllevado más problemas al mismo. Muerte, caos y destrucción son sólo algunos fines que esa tenebrosa emoción ha alimentado y que, involuntariamente, se expresa a través del odio hacia lo humanamente desconocido, hacia aquello que no es igual a nosotros, o a lo que nos gustaría que fuese; una quimera que nutre nuestro intelecto hasta convertirse en una capacidad espiritual que surge paulatinamente del subconsciente para transformarse en una actitud antípoda frente a hechos precisos de la existencia real. La ocupación de un mismo espacio por razones de diversa índole ha llevado al individuo social y político a cometer atrocidades ¨tolerantes con la intolerancia¨ -pues tolerancia es sinónimo de guerras que han supuesto duros castigos para su moral y conducta en el mundo-. Es quizás ese miedo a compartir lo que tenemos entre muy diversas culturas lo que hace que seamos proteccionistas con nuestro entorno y propio sentimiento de arraigo territorial –porque el pódium no se comparte, y lo sabemos-, que se expresa en un fuerte nacionalismo interno con sentimientos de apego hacia nuestro origen y hacia aquello que queremos conseguir ¨globalmente¨, es decir, un espacio mundial en perfecta armonía entre todos los pueblos, pero al mismo tiempo, únicamente para nosotros o, al menos, para los que ‘’son y consideramos como nosotros’’. Es ese complejo mundo de sentimientos y sensaciones interiores, que parten del desprecio común, el que Griffith expresa en su obra cumbre, tanto técnica como temáticamente, ‘’Intolerancia’’. Si ‘’El Nacimiento de una Nación’’ relata en cierto modo una ¨construcción¨, será ‘’Intolerancia’’ la que se ocupe de su correspondiente destrucción (1), culminando, no obstante, con un fuerte sentimiento pacífico, positivo y constructivo.

Produciéndose un complejo acercamiento conceptual hacia la obra, en una primera visualización se crea todo un incomprensible sentimiento que tiene su punto álgido en esa complicada estructura por pequeños capítulos históricos, donde unas acciones o sucesos se van compartimentando a lo largo de toda la película, al mismo tiempo que se fusionan y solapan temas y problemas en las distintas cronologías que muestra el film (2).

Dicho de otro modo, el montaje alterno del que hace gala ‘’Intolerancia’’ no solo entrelazaba acciones simultáneas que trascurrían en espacios distintos sino que también entrelazaba acciones ocurridas separadas por cientos de años, hasta el punto de que –como se ha apuntado en más de una ocasión- venía a consagrar la regla de las tres ¨multiplicidades¨, en contra de la de las tres unidades: de lugares, tiempos y acciones (3). Es ‘’Intolerancia’’ todo un drama de comparaciones anacrónicas que se constituyen, al mismo tiempo, como una historia total que no encuentra realidades paralelas, sino una sola y firme expresión del sentimiento intolerante a lo largo de la historia en la que se entretejen problemas en un profundo alegato al pacifismo (4). Dicho esto podemos indicar que son aquellas épocas las anacrónicas, pero no sus problemas para con el resto. Es este un interesante recurso para un acostumbrado ojo a nuestra contemporaneidad, donde los sucesivos flashback recogidos en el cine no afectan lo más mínimo a la comprensión humana, en un encantador ejercicio de comprender diversas historias paralelas de fuerte carácter simbólico en una misma obra y duración, donde el ámbito lineal se rompe a favor de un desarrollo mucho más complejo, interesante y artístico, potenciando todas las técnicas cinematográficas que esa máquina de sueños llamada cine puede ofrecer. Pero no fue nuestra misma concepción con este tipo de films la que experimentaron aquellos pobres afortunados que ¨disfrutaron¨ con ‘’Intolerancia’’ en su génesis, porque acostumbrado como estaba en aquel momento el espectador a un desarrollo lineal de las acciones, el público no entendió aquellas cuatro historias que conformaban la obra y que Griffith desarrollaba de forma acronológica (5). Como bien apunta Román Gubern (6) ¨la ubicuidad espacio-temporal creada por el montaje alterno fue percibida por el público como un gigantesco caos, como un rompecabezas histórico sin sentido¨. En consecuencia a este inesperado resultado se produjo un rotundo fracaso en todos los ámbitos que rodeaban al film (7), incluido el de un público europeo que no estaba preparado para la complejidad de esta cinta. 

Pese a todo, el mundo del cinematógrafo debe un enorme agradecimiento a la figura de su creador –y aún más el cine soviético- puesto que, evidentemente, toda la capacidad de salto actual entre historias paralelas proviene de ‘’Intolerancia’’, que se articula en un prólogo y dos actos, una estructura que a simple vista puede parecer corta pero que se desarrolla de forma prolongada a lo largo de una extensa duración cuya finalidad es mostrar la intolerancia a través de las edades, creando un acrecentamiento emocional a partir de las citadas historias (8). La capacidad de construir un relato trascendente y duradero en el tiempo se expone claramente en esta película, en un ejercicio de mirada artística bajo el recurso cinematográfico (9). Ello ha influenciado a toda una posterior legión de profesionales dentro de nuestro campo, que han sabido captar con más o menos acierto aquello que muchos años antes había llevado a cabo Griffith y que, bajo opinión del autor de estas líneas, poca veces se ha superado en nuestra contemporaneidad por otra obra fílmica. Resulta simplemente sorprendente para el espectador concienciarse de que en ese lejano año de 1916 pudiera realizarse una obra de tal magnitud, donde unos decorados y montajes escénicos aún siguen sobrepasando muchas de las actuales películas que utilizan las nuevas tecnologías para expresar un mundo de ensueño (10). Es asombroso y admirable cómo Griffith recrea una antigua Mesopotamia con todo lujo de detalles, cómo un enorme plan de reparto secundario hace acto de presencia en apabullantes escenas cargadas de violencia y rapidez, cómo existe una conciencia de cine como arte y un cuidado aspecto técnico hace que recordemos esta película no tanto como una obra para sentarnos y visualizar sino sobre todo como un ejercicio inteligente y reflexivo de una técnica cinematográfica que aún hoy muchos directores desearían dominar. Es aquí donde el autor de este ensayo se arriesga a decir que las grandes producciones de tema histórico, sobre todo romano (Ben-Hur, La caída del imperio romano…etc) tienen su esencia y origen en la impresionante escenografía de ‘’Intolerancia’’, con un asombroso despliegue de medios que, sin duda, también influenciaron a los exquisitos y enormes decorados orientales de la ciudad de Bagdad en ‘’The Thief of Bagdad’’ (11).

Con un planteamiento de rechazo hacia la intolerancia en cualquier concepto, se muestra un impresionante lienzo artístico con un discurso fílmico en contra del despotismo que el ser humano ha manifestado a lo largo de toda su historia. En este sentido podemos incluir la obra de Griffith en un circuito del cine protesta, pues ataca desde todos los flancos –de ahí que se representen diversas cronologías históricas- una imperfección universal contra la que se debe luchar. La caída de Babilonia (en época de Ciro el Grande), la pasión de Cristo, la matanza de los hugonotes en el día de San Bartolomé (12) entre católicos y protestantes (Francia) y un episodio contemporáneo acerca de las cruentas huelgas acontecidas en 1912 son las diferentes imágenes que componen una obra que ha sabido envejecer y afrontar de una forma admirable el devenir del tiempo. ¿No es acaso cierto que a cada visualización del film encontramos elementos que nuestro ojo no había captado anteriormente? Fruto de esta experiencia se advierte un claro componente crítico del director con su propio cine, justamente en el momento en que una interesante cámara sigue el curso de los huelguistas en su rápida huida del rio de plomo al que están siendo sometidos; en este mismo instante unas grandes letras aparecen ante nuestros ojos mostrando ¨lo mismo hoy como ayer¨(The same thing today as yesterday), mensaje que, sin duda, está relacionado con los valores que en ‘’El nacimiento de una Nación’’ se exponían: el odio y la violencia, elementos que, paralelamente, se intentan combatir en ‘’Intolerancia’’.  

Al fin y al cabo, ‘’Intolerancia’’ y ‘’El Nacimiento de una Nación’’ exponen un mismo problema abordado desde dos puntos de vista muy confrontados, desde la defensa uno y desde la destrucción otro, ambos tratados bajo la misma mente. Todo ello se muestra bajo un decorado digno de cualquier superproducción hollywoodiense, donde la libertad de movimiento entre planos estaba siendo explotada bajo pretextos fílmicos, variando la relación con el tiempo y con el espacio y compensado la restricciones de movimiento dentro del plano gracias a un exacerbado desarrollo de los métodos de montaje (13). Las murallas de la Babilonia antigua (14), en unos interesantes y elevados planos de cámara fijos que muestran toda la enorme multitud que se abalanza sobre las puertas de la ciudad o los usuales mercaderes y demás viandantes que pasean tranquilamente por un abierto espacio, se muestran como protección real y psicológica ante unos inminentes ataques procedentes de la traición del siniestro sacerdote de Bel, en un perfecto ejercicio de intolerancia religiosa entre las creencias de Cyrus y Belshazzar, con el fin de imponer el concepto de un Dios irreal pero que recibe enormes y suculentos sacrificios en su honor que bien podían paliar el hambre de muchas vidas humanas que malviven en la ciudad. Esta intolerancia religiosa se potencia en pasajes del guion que indican cómo ‘’Cyrus repite la antigua oración mundial de la intolerancia, matar, matar, matar! Para gloria de Dios y un mundo sin fin. Amén’’. De esta matanza progresiva y llena de odio se desprende un acusado y violento dramatismo de la guerra, cargado de un increíble realismo patente en escenas en las que una cabeza es cortada de raíz o una espada o lanza entran fácilmente en la débil y blanda carne, de la que fluye cual nacimiento un fuerte color rojo. El realismo se alía de esta forma con el detallismo. Pero no solo religiosa es esta intolerancia babilónica, pues es de bien sabido que política y religión van siempre de la mano, no siendo ésta una excepción. Por tanto podemos indicar que en el semblante político, la intolerancia ocupa un segundo lugar dentro de la escalera que conlleva a una auténtica revolución, la que vivirán los habitantes de la ciudad a partir del ataque de sus enemigos y al instaurarse otro culto divino.

Es en la escenografía donde se muestra el cuidado tratamiento artístico del que Griffith hace alarde pero no es sino en las cartelas que vuelven a romper el ritmo de la obra –como ocurre en todo cine mudo- donde se impone el extremo detallismo del film; en estas didascalias se recoge la delicadeza de una visión exquisita del cine, al tratar cada una de ellas, y según en qué época se reproduzcan, de una manera distinta. Así, para las historias babilónicas estas adquieren un tratamiento pétreo con decoraciones al más puro estilo oriental, evidenciando la enorme importancia que este material tendrá en dicha cultura – de hecho, las columnas empleadas serán las que sospechosamente apliquen muchas salas cinematográficas posteriormente, como las que pueden verse en el vestíbulo del cine Loew en la calle 175 de Nueva York-; para las relacionadas con la Pasión, las tablas de la ley actúan de soporte; en la sociedad renacentista francesa, unas cartelas con flores de lis tienen el protagonismo y en nuestra sociedad contemporánea se indican los textos mediante fundido negro o sobre las páginas de un libro, que a fin de cuentas escriben la historia de la humanidad. Todas estas didascalias muestran, como decimos, un tratamiento artístico y profundamente proteccionista, llevando impresas las siglas de su autor (DG) en la sección inferior de cada una de ellas, al igual que como Pathé ya había llevado a cabo en muchas de sus creaciones. El interesante recurso de indicar sobre estas cartelas notas a pie de página explicando muchos de sus contenidos técnicos evidencian una conciencia diferente a todo lo que se había realizado hasta ahora; lástima que la mayor parte de la población no tuviera conocimientos de lectura, lo que, unido a la poca comprensión de la compleja trama, provocó que estas notas no solventaran el rotundo fracaso (15) al que se dirigía la cinta. Pero no solamente estas cartelas recogen el detallismo del que hablamos, sino que también tenemos casos en los que, gracias a la elección de unos interesantes detalles y ritmos en el mensaje, podemos observar un atrayente impacto dramático y emocional, como en el que una figura femenina escucha la sentencia de muerte que recae sobre su marido inocente; en este momento Griffith hace alarde técnico mostrándonos el ansioso rostro de la mujer para después, y automáticamente, representar sus dedos agarrándose compulsivamente (16). Será el tratamiento técnico del film el que dará a Griffith una gran importancia en la historia del cine, pese al fracaso de su obra cumbre.

El llamado ‘’montaje corto’’ estará presente en gran parte de la película, el mismo que, por otro lado, será posteriormente utilizado por Abel Gance, uno de los más puros alquimistas del cine francés, que pese a la ingenuidad de sus cintas y pedanterías de la cultura clásica, se convirtió, tras el director de la obra que nos ocupa, en la figura que más hizo por investigar los recursos del naciente lenguaje cinematográfico (17). Escenarios de interior y exterior serán los utilizados en esta magnífica obra, destacando aquellos decorados ‘’exteriores de interior’’, es decir, localizaciones exteriores pero representadas en un escenario de interior, tal y como ya ocurría con ‘’El Gabinete del Doctor Caligari’’ del célebre Wiene.

Este recurso escénico, que a simple vista puede parecer sencillo y banal  con el resto del film se constituye como una gran apuesta por el detallismo, explicado en numerosas ocasiones donde multitud de caminantes desarrollan sus actividades periódicas, amén de explotar al máximo el encuadre de cámara. Este sistema de cámara, especialmente en el momento del Festín de Baltasar, a bordo de una torre sobre raíles (18)  hará que el tratamiento técnico de Griffith se adopte por otras películas y sea su concepto clave.  
             
La realidad de Intolerancia no es la de la mayor parte de producciones. Aquí Griffith había compuesto, tras una problemática y, por qué no decirlo, racista cinta titulada ‘’El Nacimiento de una Nación’’, una obra o melodrama de bajo presupuesto titulada ‘’La madre y la Ley’’, en la que como argumento principal se destacaba la muerte de unos trabajadores huelguistas (19) –en clara relación con las futuras obras de Eisenstein, ‘’La Huelga’’ y ‘’El Acorazado Potemkin’’ y de Pudovkin, ‘’La Madre’’-. 

Una vez fundada esta pequeña creación, se propuso fusionarla con el resto de episodios históricos anteriormente indicados. En un principio las historias narradas fluyen con total armonía y autonomía, estando separadas por un nexo de unión o leitmotiv que muestra una siniestra imagen inspirada en un poema de Whitman, en la que una joven Lillian Gish mecía una cuna (la cuna se mece sin fin – uniendo el presente y el futuro), aspecto que aún hoy debe escapar al raciocinio de más de uno; pero veremos como a medida que progresan en su desarrollo se van entremezclando sin previo aviso hasta llegar a un, podríamos decir, final triple de salvación común, separado de la Crucifixión, donde un desenlace por todos conocido no podrá evitarse. Griffith llegó a declarar al respecto que su idea inicial era que estos capítulos discurrieran al principio remansados para confluir en un ¨solo y único torrente de emoción violenta¨ (20), y a esto se advierte que el devenir de un episodio a otro es cada vez más resuelto y complejo (porque la realidad es compleja), hasta fusionar escenas en las que se comparte la misma temática o nexo común: por ejemplo, la sangre de los hugonotes se confunde con la de los babilónicos en un mismo proceso técnico que termina por sorprender al espectador.

Acusados primeros planos de carácter eminentemente dramático (otros, de contenido cotidiano, como la curiosa escena inicial en que aves se acercan para besarse, en relación a la historia que la Preciosidad vivirá después con el chico), acciones paralelas en el desarrollo histórico de la obra, movimientos de cámara (aunque no tan acusados, sino más bien breves) como la interesante escena del camello con un recorrido oblicuo, efectos de montaje, metáforas visuales (el color rojo del filtro de imagen nos hace pensar que la muerte está presente, en una escena de soldados fusilando; la cruz se sobrepone sobre una parlante figura de Cristo)…son aspectos que Román Gubern apunta sobre la obra de Griffith y que hacen la creación de este director una obra única –prosiguiendo con la tradición de los usuales filtros de cámara (sobre todo en lo que respecta al color de escena) y fundidos de imagen- , eclipsada no obstante por una escasa psicología de los personajes que recogen sus obras. ‘’Intolerancia’’ no es una excepción, con unos individuos en pantalla que en muchas ocasiones adquieren la característica de autómatas sin razón, sirviendo más a sus instintos que al propio logos; en este sentido, la acción teatral se fusiona con la acción cinematográfica, creando un desarrollo aunque fluido, también en cierto modo superficial, en un resultado no del todo convincente.
        
Una última apreciación es el importante papel que la mujer ejerce en la obra: el amor de la mujer por el hombre se sucede en cada una de las cuatro historias, aunque en la mayoría de las veces el desenlace será fatal: la muerte. Esta visión nos muestra a una mujer luchadora en su entorno, que poco va siendo degradada fruto del sentimiento amoroso. La muchacha de la montaña morirá no sin antes haber observado por última vez, y durante unos breves instantes, a su amado Belshazzar, en una interesante escena donde dos palomas blancas actúan metafóricamente con la salvación no corporal de la chica, sino espiritual de la misma. El amor finalmente vencerá en la obra, aunque en un sentido trágico para la mujer, en un sentido romántico. En el resto final, dicho amor vencerá a la intolerancia en una capacidad total, ‘’el amor perfecto traerá la paz eterna’’, en una interesante secuencia que hace de unos campos florales el sustituto de los fríos y duros barrotes de la ¨casa de la intolerancia¨: la prisión. En este justo momento aparece una doble visión escenográfica dividida en dos cuerpos de realidades, la terrenal por un lado y la supra-terrenal por otro, en un interesante juego artístico (presente en otras muchas escenas de la película, pudiéndose representar pictóricamente) que recuerda a multitud de obras artísticas del antiguo Renacimiento, mientras aquel artilugio clave en la intolerancia, el cañón, se cubre totalmente de flores, provocando la tranquilidad y entusiasmo de la población de alrededores. ‘’Intolerancia’’ no es una película fácil, si siquiera amena de contemplar. Hay que observarla más bien como un complejo ejercicio de historia, técnica y arte.




NOTAS


(1)      ¨La lucha del amor a través de los tiempos¨ era el titulo alternativo que el directo escogió para denominar a una película que curiosamente manifestaba unas altos ideales pacifistas y sociales, justamente en un momento en que Griffith estaba en el punto de mira por su anterior film, El Nacimiento de una Nación, por sus alegatos racistas hacia la raza negra.
(2)          Un ejemplo: El chico es acusado de asesinato. La sentencia es culpable: ojo por ojo, diente por diente. ¿Acaso no es esa una afirmación en pleno siglo XX de una idea basada en la ley del Talión, recogida en el Código de Hammurabi?. La lenta y dolorosa muerte de Jesucristo se contrapone con la rápida desaparición de la horca (cortar las cuerdas = cortar la vida), que el chico podría haber sufrido.
(3)              SANCHEZ VIDAL, Agustín. Historia del Cine. Historia 16, 1997: Madrid.
(4)              Que encontró en un momento de guerra su momento equivocado.
(5)              El público no comprendió la obra aun mostrándose al inicio de la misma una cartela que explicaba su articulación, con el fin de no causar confusión en el trascurso.
(6)               GUBERN, Román. Historia del Cine. Ed. Lumen, 1989: Barcelona.
(7)        Tanto en el nuevo concepto cinematográfico que expresaba y de su director, como en el ámbito económico que supuso el cataclismo de la Triangle Pictures Group, productora del film. Se perdió más de un millón de dólares y Griffith pasó el resto de su vida pagando aquella deuda (no por nada ‘’Intolerancia’’ es una de las películas más caras de la historia del cine), ya que sus socios, al ver las dimensiones que tomaba, le obligaron a que pusiera su dinero, invirtiendo el millón ganado con ‘’El Nacimiento de una Nación’’. Ni siquiera quedaron fondos para retirar los decorados de Babilonia, que permanecieron en Sunset Boulevard como una atracción más de Hollywood hasta finales de los años treinta. A consecuencia de aquel fracaso, la Triangle se arruinó y hubo que disolverla, pero se constituyó otra sociedad, la United Artist. - SANCHEZ VIDAL, Agustín. Historia del Cine. Historia 16, 1997: Madrid.
(8)              De ahí la gran influencia que Intolerancia tendría en todo el cine soviético y en sus directores.
(9)     De hecho, Hitchcok llegará a considerar a Griffith como el primer director de cine que crea verdaderamente un lenguaje cinematográfico artístico.
(10)       Según Román Gubern, ‘’Intolerancia’’ contó con unos decorados de Babilonia que alcanzaron los cuatro pisos de altura, intervinieron así mismo unos 60 actores principales y unos 18000 figurantes, durando el montaje catorce meses. Sólo la secuencia del festín de Baltasar costó casi dos veces y  media lo que ‘’El Nacimiento de una Nación’’, 250000 dólares, y el total superó los dos millones. Se filmaron cerca de cien mil metros de película, que el montaje redujo a ocho horas de copión y a tres horas y media de proyección. Sin duda alguna, toda una superproducción que supuso, pese a su fracaso, la obra cumbre y más ambiciosa de su director.
(11)    RAMIREZ, Juan Antonio. La arquitectura en el cine. Hollywood, la Edad de Oro. Alianza forma,1993: Madrid.
(12)          Dicha escena fue censurada en Francia, además de que el film fue igualmente prohibido en Inglaterra por sus alegatos ideológicos.
(13)         Xarxa Telemática Educativa de Catalunya - http://www.xtec.es/~xripoll/egrifith.htm
(14)    Cuyo palacio media setenta metros de altura por mil seiscientos de profundidad, dimensiones inusitadas que exigieron el empleo de un globo cautivo para el rodaje de los planos de conjunt. - GUBERN, Román. Historia del Cine. Ed. Lumen, 1989: Barcelona.
(15)       Fracaso que puede hacernos reflexionar y formular la pregunta: ¿acaso si el film hubiera tenido una duración menor podría haberse salvado de este declive? ¿no es acaso cierto que el director podía haber expresado la misma idea en un metraje mucho más corto? ¿podemos pensar que Griffith utilizó este gran metraje no para mostrar una historia compleja y su más ambiciosa obra, sino para hacer gala de su magnificencia debido al enorme capital del que disponía para hacer el film?.
(16)         Estos aspectos no sorprenden lo más mínimo al espectador actual, pero en un momento en que el gran público estaba acostumbrado a films lineales, estos recursos causaron el pánico y la emoción del mismo, siendo, al mismo tiempo, sobrecogedores. Cuenta una célebre cita que en la escena en que una cabeza cae cortada en un primer plano todo el público que llenaba la sala de cine se levantó rápidamente fruto del pánico.
(17)          GUBERN, Román. Historia del Cine. Ed. Lumen, 1989: Barcelona.
(18)          SANCHEZ VIDAL, Agustín. Historia del Cine. Historia 16, 1997: Madrid.
(19)          GUBERN, Román. Historia del Cine. Ed. Lumen, 1989: Barcelona.
(20)          SANCHEZ VIDAL, Agustín. Historia del Cine. Historia 16, 1997: Madrid.




 

Fig. I



 Fig. II



Fig. III 



 Fig. IV



  Fig. V



         Fig. VI